El pasado 15 de enero la concejalía de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Oviedo presentó con una nota de prensa el “Proyecto de Integración de Inmigrantes” (PII), una iniciativa que nace de la alianza del consistorio con la Cruz Roja de Asturias y que tiene como objetivo brindar “atención integral a la población inmigrante” de la capital.
Este proyecto “integral” que se vendió como una gran novedad y que abarca las áreas de asesoría legal en extranjería y actividades en ámbito social, sanitario, educativo, de ocio e igualdad no aporta novedad a la oferta social y asistencial que el Ayuntamiento ya ofrecía en su Oficina de Atención al Inmigrante y en colaboración con otras ONG y colectivos de profesionales, como el Colegio de Abogados de Oviedo.
Todos estos cambios fueron repentinos y poco explicados, tanto así que las asociaciones de extranjeros residentes en la capital se dieron por enterados del PII solamente cuando la concejala delegada de Políticas Sociales, Leticia González, les comunicó vía correo electrónico, 14 días después de su presentación a los medios de comunicación, de su existencia para solicitarles, en su calidad de “agentes cables de la población migrante”, que transmitan la información a sus asociados para poder darle uso.
La concejala del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Oviedo, Marisa Ponga, ha advertido en conversación con YoVivoAquí, que de la oferta del PII, el servicio de asesoría en extranjería, uno de los más demandados, todavía no está operativo. “Estamos en una situación de prórroga presupuestaria (…). Cruz Roja no tiene todavía esa cantidad (de dinero) que se traspasa del Colegio de Abogados, con lo cual no sé qué está haciendo”, explica la socialista para subrayar que sin el proceso formal previo ese servicio carece de financiación, por lo que no se podría ofrecer.
Así, a tres días de cumplirse la presentación oficial del PII, el proyecto de “atención integral a la población inmigrante” carece de la basa que es la asesoría en extranjería, no se ha mostrado en su totalidad generando confusión, sus fondos están incompletos y, lo más importante, tiene poco o nulo reconocimiento dentro de las asociaciones de vecinos extranjeros, los colectivos más cercanos y con más conocimiento de las necesidades reales de los nuevos españoles de la capital, que no fueron consultados para su diseño pero si fueron convenientes para hacer de mensajeros del Ayuntamiento.
