La Federación Socialista Asturiana levantó ayer la suspensión cautelar de militancia a la concejala socialista de Castrillón, Carmen Piedralba, a quien había apartado de sus labores de edil de Derechos Sociales y del partido tras descubrirse que se había vacunado contra la COVID19 a pesar de ser liberada sindical.
Los socialistas toman esta decisión apoyados en las apreciaciones del Servicio de Salud del Principado de Asturias, Sespa, que considera Carmen Piedralba en su calidad trabajadora sanitaria en el hospital de San Agustín, a pesar de ejercer funciones sindicales y no sanitarias por ser trabajadora liberada de la UGT, se ajusta al plan nacional de vacunación.
El protocolo a seguir
La estrategia del Ministerio de Sanidad para su campaña de vacunación deja claro el orden de inmunización, pero la aplicación de la misma depende de cada área sanitaria y de la disponibilidad de viales con el fármaco.
En teoría el orden debe ser Grupo 1, a personas mayores y de riesgo; Grupo 2, personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario por ser el de mayor riesgo de exposición; Grupo 3, otro personal sanitario y sociosanitario que no es de primera línea y que trabaja en centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios; Grupo 4, personal sociosanitario que atiende de manera profesional a grandes dependientes que no están institucionalizados. La conejal socialista no aplica a ninguno de estos casos.
Así, la medida tomada hace cinco días y que en los medios regionales se calificó de “contundentemente” ha quedado en nada, al igual que las promesas del presidente de Asturias, Adrián Barbón, que aseguró que se depurarían las responsabilidades correspondientes en éste y otros casos de vacunación irregular que puedan surgir; todo esto a horas de la realización del 120 aniversario de historia de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE).
