Sin la inmigración, España hubiese perdido 98.595 personas en 2018

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Si sólo se contabilizará a los españoles nacidos en España, en 2018 la población del país se habría reducido en 98.595 personas. Pero, por suerte para el país, la inmigración es la respuesta a la crítica caída de la natalidad, que en la última década se ha desplomado un 30%.

Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística, INE, así lo corroboran. La llegada de inmigrantes a España en 2018, cifrada en 333.672 personas,  compensó el aumento de las defunciones y la caída de la natalidad e hizo que se registrase el mayor aumento poblacional en 10 años hasta alcanzar los 46,93 millones de habitantes.

El INE también  destaca que la salida de España de población de origen extranjero es la menor en la última década, consolidando su número de residentes en  4,85 millones a 1 de enero de 2019.

En la orilla opuesta,  la población nativa española se redujo en 9.368 individuos, muy a pesar de las adquisiciones de nacionalidad española  por parte de 90.828 inmigrantes. Ni este proceso, ni la vuelta de españoles desde el exterior han ayudado a contrarrestar esta dinámica, ya que el año pasado 83.728 españoles volvieron a su país de origen, pero 80.253 emigraron.

Los datos oficiales subrayan el aumento de los venezolanos, con 42.803 personas, seguidos de los colombianos con 39.977 y marroquíes con 32.217. Se mantiene así, como población extranjera mayoritaria la oriunda de Marruecos con 714.239.

Este aumento se vio reflejado 13 comunidades autónomas y se redujo en las cuatro restantes. De éstas,  Asturias es la región con el principal  descenso registrado: un 0,52 %, seguida por Extremadura y Castilla y León con 0,47% y 0,43 %, respectivamente.

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